40 – Breaking Bad – La moral de Walter White (parte II)

Spoilers warning! (para los que no leyeron la primera parte)

Los que leyeron la primera parte de esta entrada encontrarán aquí una serie de interpretaciones subjetivas y unas reflexiones sobre la serie y algunos de sus personajes. En realidad, esta es la parte que me motivó a escribir sobre Breaking Bad, pero no pude evitar la tentación de exponer algunos argumentos que hicieron que esta serie me haya parecido genial… Sí, no exagero.

La ficción anglosajona ha conseguido que nos identifiquemos con personajes de moral cuestionable. Es curioso sentir empatía por los Corleone, aunque preferimos que ganen ellos ese pulso entre mafiosos ¿son acaso menos malos que sus adversarios? Lo mismo nos pasa con ese asesino en serie que es Dexter, cuyas atrocidades intenta justificar siguiendo el código que le transmitió su padre: jamás asesinar a inocentes.

Heisenberg

Photo by Frank Ockenfels 3/AMC

Walter White Sr. como protagonista de la serie es quien se embarca en una aventura criminal motivado por el bienestar de su familia, al menos en las formas. Este periplo delictivo al final termina convirtiéndose en una especie de realización personal, esa revancha por haberse apartado del proyecto multimillonario que emprendió con el matrimonio Schwartz. White es un genio, posee el conocimiento, un bien preciado en toda sociedad, pero que él prefiere utilizar con fines egoístas. Además tiene un ego muy fuerte, algo que se manifiesta en muchas de las conversaciones con su cuñado Hank. Realmente Walter sabe que es el mejor, su parte más emocional se muere de ganas por exhibir su creación: esa metanfetamina de color azul que tiene una pureza cercana al 100%. Pero causa muchísimo daño, dolor y sufrimiento a mucha gente. La serie no se adentra tanto en las consecuencias que tiene la droga en sus consumidores, salvo por algunas partes protagonizadas por Jesse y su círculo. Tampoco intenta moralizar desde el discurso. Muestra de manera directa y con crudeza dramática las consecuencias de ser parte de ese juego.

Una moral dudosa
Las sociedades en las que vivimos reprochan y combaten el narcotráfico porque es un negocio ilegal con funestas consecuencias; pero las mismas sociedades avanzadas que luchan contra la droga fabrican legalmente armas que sirven para que otras personas se maten entre sí en otros lugares del mundo, o como estamos viendo últimamente, se vuelvan contra nosotros (utilizo el ejemplo de las armas porque tiene una lectura bastante directa, pero podría ser cualquier producto nocivo para la salud, o el medio ambiente).
El argumento de los Estados modernos es que esas armas son parte de un negocio muy beneficioso para el país y además sirven para defendernos de las agresiones externas; o sea que la razón de fabricarlas, poseerlas y utilizarlas son muy similares a las que exhibe White para justificar su emprendimiento ilegal. Claro, que lo que él fabrica no lo consume. White lo hace por su familia, y a diferente escala, nuestros gobernantes dicen hacerlo por nosotros. Esa es una de las lecturas que me parecen más fascinantes de Breaking Bad, parece que aceptamos y justificamos las acciones de un monstruo solo porque es un ejemplar padre de familia, trabajador, inteligente, vulnerable y con una inteligencia envidiable… pero al final, comete actos atroces ya sea por acción u omisión. Casi como consiguen hacerlo legalmente algunos Estados modernos.

Si digo en la primera parte de la entrada que Pinkman lo pierde todo es porque, aunque sobrevive, será un muerto viviente el resto de su vida. White al menos está muerto, pero a él le tocará padecer el recuerdo de la pérdida de las mujeres a las que amó y de lo que era su vida miserable. Además vivirá con un remordimiento constante por las almas que se vio obligado a cegar en esa maratón delictiva. Un joven con un futuro gris, aunque su presente y su pasado cercanos no eran demasiado prometedores ¿Nos suena de algo eso?

Es verdad que ambos protagonistas tienen sus momentos de remordimiento, y creo que el discutido e infravalorado capítulo de la mosca (Fly 3×10) nos muestra de manera metafórica cómo Walt se obsesiona con esa mosca, que podríamos interpretar libremente como una encarnación del personaje de Jane, que se había interpuesto entre Walt y Jesse y a la que Walt deja morir habiendo podido ayudarla.

Remordimiento y cargo de conciencia más que moralidad. Los personajes de esta serie padecen las consecuencias de sus males, y siempre aparece alguien con menos conciencia que ellos que puede hacerles más daño en su ascendente escalada delictiva.

En cambio, nuestras conciencias como parte de las sociedades modernas en las que nos instalamos son más sumisas y conformistas como el personaje de Skyler. A ella le ha tocado vivir desterrada, pero al menos no ha perdido a sus hijos. Si enfrentar lo que hacen los poderosos es una batalla perdida (Hank se embarcó en esa batalla y perdió), mejor seguir viviendo más o menos bien y con nuestras comodidades como hasta ahora. Eso sí, de vez en cuando podemos donar algo de dinero a alguna ONG o ir a la iglesia. Conciencia.

Breaking Bad habla de un ser humano que hace salir lo más oscuro de sí, y que se destroza a sí mismo y a su entorno, pero también habla de todos nosotros. Posiblemente no nos convertiremos en Heisenberg, pero ¿no seremos todos enfermos terminales acaso?

Christian Flavio Tasso

 

Enlaces interesantes:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/09/10/actualidad/1347296744_235914.html
http://www.seriemaniac.com/2014/01/14/explicacion-episodio-de-la-mosca-de-breaking-bad/
http://www.fotogramas.es/Noticias-cine/Se-desvela-una-de-las-grandes-incognitas-de-Breaking-Bad

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