49 – Mi hija, Buffy y un TFG sobre feminismo

Sarah Michelle Gellar as ‘Buffy the Vampire Slayer’. © Mutant Enemy Productions / 20th Century Fox Television.

El título promete, pero después de tanto tiempo, quiero empezar con un recuerdo para mi padre, Alberto Vicente Tasso al que todos conocían como Tito, que nos dejó el pasado 28 de septiembre. Hace algunos años le dediqué una entrada en este mismo espacio que pueden leer aquí y así conocerlo a él y a una parte de su obra. Mi padre era un artista que experimentaba con diferentes materiales. Sus obras son abstractas, originales y tienen su marca personal. Estamos intentando recopilar más imágenes para publicar en su página web. Papá estará siempre presente en nosotros y vivo a través de su obra.

Alberto (Tito) Vicente Tasso. Fotografía de autor desconocido/a.

Buffy, the Vampire Slayer y mi hija

¿Qué tiene que ver Buffy, the Vampire Slayer con mi hija y un trabajo de fin de grado? Todo comenzó mientras buscaba compartir momentos de ficción con ella. Aunque yo conocía la serie y había leído algunos comentarios positivos sobre la misma, no la había visto aún. Tengo especial interés en que mi hija vea historias entretenidas con personajes femeninos empoderados, y me pareció una buena elección. Es verdad que no era para su edad, pero las madres y los padres estamos para educar. Es preferible comentar lo que vemos en una ficción y darles recursos para entender la realidad, que se guíen por lo que escuchan de otros niños y niñas de su edad sin tener un pensamiento crítico de base.

A finales de los noventa, una heroína a cara descubierta y desprovista de trajes vistosos de colores patrióticos se enfrentaba a vampiros y otros demonios con sus superpoderes. Era «la Elegida», «la Cazadora». Se nos presentaba una historia de adolescentes que hibridaba géneros: acción, thriller, terror, musical… sólo por mencionar algunos de los enfoques. Como la mayoría de las series de finales del siglo pasado, tiene episodios de 45’ de duración y 22 capítulos por temporada, así que con un bajo presupuesto inicial es complicado mantener un buen nivel en algunos momentos. Pero hay más, mucho más.

Feminismo no activista

Aclaro, no hay un discurso manifiestamente feminista, al menos hasta la última temporada, pero es evidente que la serie lo es, por varios motivos que no avanzaré aquí. La cuestión es que después de semanas de disfrutar de esta producción sentado al lado de mi hija, pensé que lo que acababa de ver era una obra imprescindible para la lucha por la igualdad de género. Además, entre otros temas, ahondaba en cuestiones como la diversidad sexual. Me sentía satisfecho como padre por haber podido compartir el visionado de esta historia con mi hija.

Pero… ¿por qué le di tal trascendencia? Si leen las entradas de mi blog quedará claro que tengo cierta obsesión por entender cómo diferentes representaciones culturales influyen en la sociedad, en definitiva, cómo afectan nuestra vida. El feminismo y la igualdad de género llevan tiempo ocupando una parte destacada del debate social, hasta tal punto, que una cantidad importante de producción cultural de los últimos años enfatiza el enfoque feminista. Sí es verdad que como todo debate no está exento de contradicciones, además de cierto oportunismo; pero ahora hemos ampliado nuestras opciones y los colectivos históricamente más vulnerables tienen su representación. Por lo tanto, esta conversación excede los límites del feminismo y se plantea en términos de diversidad, ya sea racial, sexual o todo al mismo tiempo.

Mi trabajo de fin de grado

Todos estos hechos coincidieron con el momento en que estaba buscando un tema para elaborar mi trabajo de fin de grado de la carrera de comunicación. Me pareció que Buffy the Vampire Slayer destacaba en el contexto histórico en el que fue emitida y me interesaba conocer más a fondo su aporte y su proyección. Es verdad que se me sugirió simplificar la investigación y centrarla en el marco de la tercera ola feminista, y así lo hice finalmente.

La primera sorpresa que me encontré mientras investigaba es la gran cantidad de debate académico que generó la serie desde el primer momento y que se mantiene incluso hoy. No sólo el tema fandom, sino académicas de prestigio que han publicado estudios detallados sobre esta y otras producciones contemporáneas. Mi análisis se basó en los recursos narrativos que utiliza la serie para reforzar el discurso feminista. Para conseguir esto, redacté un marco teórico y analicé a los personajes principales, tres de los capítulos mejor valorados según IMDb, y parte de la música diegética. También le dediqué un apartado a su controvertido creador, Joss Whedon. Las conclusiones desprenden cuestiones interesantes que me interesa difundir.

Fotograma de Once More, with Feeling. Fuente: IMDb

Más abajo encontrarán un enlace con el que comparto con los lectores de mi blog este trabajo académico del que me siento orgulloso, y con el que procuro aportar un punto de vista masculino a este debate. Me hubiera gustado que el trabajo se incluyera en el repositorio académico de la universidad en la que me gradué, pero, aunque está calificado con un notable, no es lo suficientemente “notable” según sus requisitos. El equipo docente que nos incentivó a publicar se olvidó de informarnos, durante casi un año de desarrollo, que existían unos requisitos que no eran públicos y que sólo conocían ellas y ellos. Asimismo, he echado en falta alguna voz crítica femenina en la evaluación. Todas estas cuestiones las he transmitido al equipo docente.

Para acabar, agradezco que hayan llegado hasta aquí. Si le echan un vistazo a mi blog, verán que la cuestión de género es recurrente en mis publicaciones. Pienso que todas y todos debemos estar implicados en las reivindicaciones por la igualdad de género y que el activismo lo podemos practicar desde nuestras acciones cotidianas. Asimismo, es interesante que existan producciones culturales dirigidas a grandes audiencias que busquen formas imaginativas para incluir la tolerancia y la diversidad en su discurso. Mi intención, en definitiva, es entender cómo funcionan estos mecanismos narrativos y difundirlos. Y si genera un debate constructivo, mucho mejor todavía.

¡Qué lo disfruten!

Christian Tasso

48 – Voy a hablar de mujeres… de nuevo…

Soy de los que piensa que los «días de» debieran de celebrarse cada día. Lo mismo cuenta para el Día Internacional de la Mujer. Pero la inminencia de la conmemoración dispara las reflexiones. Hoy voy a escribir sobre algunas mujeres a las que admiro y respeto.

Primeros amores

Siempre tuve una deuda con mi madre en este blog. Esa mujer de casi noventa años marcó a fuego mi personalidad y la de mis hermanas. Hija de calabreses emigrados a Argentina a finales de la década del 20 del siglo pasado, creció con la cultura del trabajo y el esfuerzo. Sobrevivió a un accidente de coche gravísimo, tuvo su propio negocio y estudió de mayor. Fue madre desde muy joven, y nunca, nunca paró de trabajar. Así y todo, siempre tuvo tiempo para estar ahí, escuchando, dando el consejo adecuado en el momento justo. Se preocupó por que tuviéramos acceso a una buena educación y conformó un tándem ejemplar con mi padre. Mis valores, mi honestidad y ese énfasis por decir la verdad en cualquier circunstancia se convirtieron en una constante en mi vida. 

Un reconocimiento que se merece y que necesito expresar en este espacio, para una mujer que fue capaz de atravesar el siglo XX superando las barreras de género.

Madonna

Mi adolescencia coincidió con el auge de Madonna. Cuando la veía en la tele me quedaba hipnotizado. Aquella pequeña chica de ascendencia italiana atiborrada de cruces se contorneaba, saltaba, bailaba y hacía unos videoclips que me encantaban. Eran los ochenta. Llevaba una foto de ella en mi carpeta mientras estudiaba en la secundaria, que me costó alguna reprimenda de un profesor. Además, una superstar como Madonna que hacía música tan comercial, no era del todo aceptada en la tribu urbana a la que yo pertenecía, más bien de darkies o góticos, como se los conoce actualmente.

Madonna representa muchas cosas. Empezó desde cero y le demostró al mundo que los grandes proyectos no son solo de los hombres. Cuestiona, provoca, innova, es atrevida, además de impulsar e influir a otras artistas. También es una activista crítica con muchas de las injusticias de este mundo. Y como si todo esto fuera poco, es una de las mejores artistas nuestros tiempos, una showwoman en toda regla.

Madonna – Express Yourself (Official Video). youtube.com

Björk

Quizá una de las artistas famosas más difíciles de definir, que, a pesar de su popularidad, cuenta con una obra menos conocida. A mí me gustaría que pase por mi cabeza lo que pasa por la cabeza de Björk, si fuera capaz de pensar como ella, claro… Es posible que sea la representación más visible de la transgresión en varios campos artísticos. Todo lo que hizo la islandesa en la última década del siglo pasado me parece genial. Además, considero la película Dancer in the Dark de L. V. Trier como una obra maestra, en gran parte, gracias a su aportación musical y su interpretación. Otro tema muy distinto es su personalidad, las diferencias insalvables que tuvo con el director danés y algún que otro escándalo. Tampoco olvidemos que fue víctima de un fan obsesionado con ella. Otra mujer que exploró el potencial creativo y el imaginario femenino con una visión muy personal.

björk : army of me. youtube.com

Elizabeth Frazer

Y sí, a finales de los 80, además de escuchar a Madonna, escuchaba a Cocteau Twins. Y si por algo destacaba esta banda, era por la voz angelical de Liz Fraser. Ya hablé de ella en mi entrada dedicada al concierto de Massive Attack en Barcelona. Solo puedo decir que siento una profunda admiración por esta cantante escocesa con más de cuarenta años de carrera, a la que tuve la suerte de escuchar dos veces sobre un escenario. Una voz con una personalidad única.

Cocteau Twins – Carolyn’s Fingers (Official Video). youtube.com

PJ Harvey

Otra artista con más de tres décadas de carrera a sus espaldas, y admirada por sus contemporáneos. Me encanta su música, su actitud, su fuerza interpretativa y la personalidad que manifiesta. Ella, aunque fue considerada un ícono feminista, siempre expresó no estar adherida al movimiento. De hecho, dijo en una entrevista «No pienso en términos de género cuando escribo canciones y nunca he tenido ningún problema por ser una mujer al que no pudiese reponerme.» (Smoda / El País, 21/03/2020). Aunque no gustaron a las feministas, estas declaraciones demuestran valentía por parte de la británica. Una artista cuyos grandes logros no exigen adhesión a una militancia… interesante y atrevido al mismo tiempo. 

PJ Harvey – This Is Love. youtube.com

Amy Winehouse

Una vida efímera y tormentosa para una de las grandes artistas que tuvimos en este siglo. Renovó y masificó varios estilos musicales clásicos con un talento incuestionable; pero tuvo que lidiar con un entorno de hombres que se aprovecharon de su don artístico, su popularidad y sus adicciones. Quizá no paró de pedir ayuda, incluso, a través de su música. Pienso que debe ser parte de estas reflexiones, porque su muerte prematura nos deja con cierta sensación de injusticia.

Tony Bennett, Amy Winehouse – Body and Soul (from Duets II: The Great Performances). youtube.com

Aretha Franklin

Gran artista i activista que tuvo que lidiar con el machismo y el racismo de la época que le tocó vivir. Fue una precursora. Abrió y allanó el camino para muchas otras mujeres negras que siguieron sus pasos. Y, como si esto fuera poco, fue una de las artistas más influyentes de la música moderna. Una mujer así tiene que estar en este espacio de reflexión.

Aretha Franklin – Think (feat. The Blues Brothers). youtube.com

Sofía Coppola

Una cineasta. Aún sigue siendo bastante desigual la participación de las mujeres en la industria audiovisual, pero, afortunadamente, existen destacadas representantes como Sofía Coppola. Su film Lost in Translation me impactó profundamente de manera positiva, más aún, cuando volví a verlo muchos años después de su estreno. Sí, es verdad que contaba con dos monstruos de la actuación como Scarlett Johansson y Bill Murray, pero Coppola no hizo una comedia comercial, sino un drama con momentos mágicos, maravillosos e inolvidables. La visión y la sensibilidad femenina plasmadas en una obra de culto.

Does It Get Easier? – Lost in Translation. youtube.com

Y hasta aquí un pequeño repaso de algunas de las mujeres a las que respeto y admiro, aunque siempre injusto por las ausencias. Tengo la fortuna de poder relacionarme a nivel personal y profesional con mujeres por las que tengo la misma consideración. Sin ir más lejos, convivo con dos de ellas en casa. Ojalá veamos un mundo en el que predomine la sensibilidad femenina y que rompa con la actitud belicista que tienen algunos gobernantes hombres. Mientras tanto, yo las seguiré admirando.

Christian Flavio Tasso

Aunque basé gran parte del texto en mi memoria, tuve que contrastar algunos datos en las siguientes fuentes:

https://smoda.elpais.com/moda/actualidad/casi-se-me-cae-la-jeringuilla-la-turbia-historia-tras-la-ruptura-de-nick-cave-y-pj-harvey/
https://es.wikipedia.org/wiki/Aretha_Franklin
https://es.wikipedia.org/wiki/Madonna
https://es.wikipedia.org/wiki/Rehab_(canci%C3%B3n_de_Amy_Winehouse)
https://es.wikipedia.org/wiki/Sofia_Coppola
https://www.jotdown.es/2016/10/pj-harvey-replica-telemaco/
https://es.wikipedia.org/wiki/PJ_Harvey
https://en.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_Fraser

45 – Morricone, Tarantino, Harry Potter, Williams y mi hija…

Mi hija

Ayer iba con mi hija de seis años en el coche. Escuchábamos su lista de canciones, para variar, y me describía la escena del tema que sonaba en ese momento. Yo conducía atento a la carretera, pero presté atención: la canción era instrumental, muy bonita, casi seguro de John Williams y pertenecía a alguna de las bandas sonoras de “Harry Potter”. Ella me contaba que en ese momento defilm Harry Potter se sentía libre, incluso me precisaba de cual de las pelis de la saga era. Yo no recordaba la escena, pero la canción transmitía lo que ella me decía y, además, había quedado registrado así en su memoria. Supongo que cada vez que escuche esa canción rememorará esa escena.

Tarantino

El recopilatorio de canciones “The Tarantino Connection” (1996), tenía unas pistas con fragmentos de entrevistas al Quentin Tarantino. En uno de estos, él hacía la siguiente afirmación sobre la música que escoge para sus obras “(…) puedes hacer lo que las películas hacen mejor que otras formas arte… (…) realmente trabajas lo visual, emocional y cinematográfico de un modo especial, realmente muy especial… Y cuando lo haces correctamente y aciertas, el efecto es que no puedes volver a oír esa canción de nuevo sin recordar esa imagen de la película” (1)
El maestro Tarantino confirma el sentimiento expresado por mi hija al escuchar ese tema de Harry Potter.

Morricone

Ennio Morricone 2013
Ennio Morricone at the Estadio Bicentenario de la Florida Author: Gonzalo Tello / CC BY (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0)

Prefiero pensar que quienes hacen de este mundo un lugar mejor, y la creación artística contribuye a esto, nunca mueren, ya que su obra perdura. Si hablamos de cine, todos hemos asumido unos códigos narrativos que se han consolidado con el paso del tiempo. Sabemos que en el cine confluyen muchas formas de arte: el teatro, la pintura, la fotografía, la arquitectura y la música entre otras. Pero el arte, como representación de una forma de ver la vida, tiene una contrapartida, que, en esencia, le da sentido al blog que llevo diez años escribiendo: cambia nuestra percepción de la realidad.

El universo que ideó Sergio Leone junto a Clint Eastwood y Ennio Morricone tiene peso propio en la percepción de lo que son los westerns. Esa música que creó el compositor, de alguna manera, nos remite a ese oeste creado por Leone, que ni siquiera quedaba en el oeste norteamericano. Y este es solo un ejemplo, considerando que el Maestro tiene más de quinientos créditos en bandas sonoras de diferentes obras audiovisuales entre 1960 y 2020… (2).

En cine podríamos llamarlo universo diegético, ese entorno artificial que asumimos cuando aceptamos las reglas de una narración. Y utilizo el ejemplo del Maestro Morricone porque seguramente todos nos hemos transportado en estos días a esos mundos a los que nos condujo, nos conduce y continuará conduciéndonos su música. El arte siempre fue imprescindible, pero hoy lo es más que nunca por la función psicológica y social que cumple: nos estimula, nos produce una catarsis, nos entretiene, nos cuestiona, nos ayuda a socializar y no discrimina a nadie que lo aprecie, sea de donde sea y crea en lo que crea.

Esta versión es estremecedora:

Por eso mi propuesta en esta denominada “nueva normalidad”,  que no deja de ser otra forma de explicarnos una realidad, es que disfrutemos más del arte. Si una niña de seis años tiene sentimientos cuando ve una película y los rememora cuando escucha una canción de esa película, deduzco que las formas artísticas de representar la vida tienen un poder terapéutico muy accesible para todos y que nos une como seres sensibles. 

Prefiero pensar que este poder es útil para inmunizarnos del barullo ensordecedor que escuchamos cada día a través de los canales de (in)comunicación a los que tenemos acceso. Es mi deseo, al menos.

Christian Flavio Tasso

 

(1) Traducción propia
(2) según IMDB

Fuentes consultadas
IMDB.com. Ennio Morricone. Disponible en: <https://www.imdb.com/name/nm0001553/> [fecha de consulta: 09/07/2020]
Discogs.com. The Tarantino Connection. Disponible en: <https://www.discogs.com/es/Various-The-Tarantino-Connection/release/556928> [fecha de consulta: 09/07/2020]

35 – Me verás volver…

Secuencia inicial
Corría la segunda mitad de la década de 1980. Yo, aún adolescente, estaba buscando mi identidad musical. Tengo que admitir que no me gustaba la música argentina. No me pregunten por qué: si era porque me costaba acostumbrarme a canciones de rock y pop cantadas en castellano, o porque simplemente no me llegaba, o no la entendía. Además también recuerdo una discusión, quizá un poco anterior en el tiempo, que cuestionaba la existencia de un denominado “rock nacional”… (¡ja!). Sí, tenemos esa manía de querer catalogar todo, y cuando algo no encaja, cuestionarlo y perdernos en discusiones cosméticas en vez de disfrutarlo…

Entre caníbales
La importante es que entre mediados y finales de la década de 1980, con la apertura musical (y cultural en general) post dictadura que hubo en Argentina, empezamos a escuchar cosas nuevas, menos convencionales, muchas de ellas llegadas de Europa, en especial del Reino Unido (otro prejuicio: mezclar cultura con conflictos territoriales, manipulados a conveniencia por los gobiernos). Y esa música, que no era fácil de digerir para todo el mundo, llegaba a mis oídos a través de mis amigos de aquel momento. Era curioso, porque podías encontrarte, a grandes rasgos, tres tipos de tribus urbanas que frecuentábamos diferentes locales bailables: a los que les gustaba la música comercial, casposa y naif de los 80 (es una opinión personal, sin ánimo de ofender a nadie, y una opción válida); a los que les gustaba el rock and roll, cuyo buque insignia eran los Rolling Stones; y a los que nos gustaba The Cure y todas estas bandas “new wave” de aquel momento. Por alguna razón que desconozco, los “stones” odiaban a muerte a los “dark”.

Y en este contexto cambiante de nueva etapa democrática, con la ausencia de las restricciones y represiones propias de una dictadura, comienzan a aflorar nuevas bandas nacionales, que conviven con las más antiguas, y hay otras que evolucionan gracias a las nuevas influencias de aquel momento. Así es como percibí y percibo yo el comienzo de mi relación con Soda Stereo.

Ángeles eléctricos
Soda Stereo Circa 1984Creo que el primer tema que llegó a mis manos fue “Prófugos”. Me lo habían grabado en un cassette, con otras canciones “alternativas” de la época. Aquí podría tentarme y decir que fue amor a primera vista, pero no, nunca fui un verdadero fan de Soda Stereo… de hecho, ya me costaba comprar con el nombre que tenían… Pero pasaron los años y como un buen vino que necesita su momento y un bebedor que lo encuentra, Soda Stereo volvió a encontrarme y supe apreciar mucho su música. Muy posiblemente haya sido por afinidad con lo que escuchaba por aquel entonces, y seguro, por las constantes alusiones cinematográficas de sus canciones.

Me verás volar
Diciembre de 1991, faltaban pocos días para que acabe el año. Me hubiera gustado estar allí, pero no fue así. Lo vi por TV. Soda Stereo, en un inolvidable concierto gratuito en la avenida 9 de julio de Buenos Aires, congregaba a 250000 personas. El concierto fue extraordinario, inolvidable, un hito dentro de la historia de la música argentina. Parecía imposible poder llegar más alto…

Esa noche, yo fui a bailar a una de las discotecas de moda de aquel momento. Se llamaba Mix, si no me equivoco, y estaba situada en el barrio porteño de Belgrano. Pasaban tecno, diría, pero no del más comercial. En un momento, entre medio de los flashes de la pista, se vio la silueta de una persona bailando extasiada. Su peinado era inconfundible. Ese joven acababa de dejarlo todo en un escenario frente a una multitud entregada. Estaba en la cima del mundo, y además, a pocos metros de mí. Sí, era Gustavo Cerati. Todos observábamos boquiabiertos la catarsis de ese hombre en medio de la pista con un respeto casi reverencial. Hasta que en un momento se detuvo y desapareció repentinamente entre la gente acompañado.

Un modelo para armar
Creo que era en la película Alta fidelidad (Stephen Frears, 2000), protagonizada por John Cusack, donde hablaban de las reglas para regalarle una cinta grabada a una chica. Sí, he utilizado la versión de “En la ciudad de la furia” de “Comfort y música para volar” del fantástico Unplugged de la MTV en uno de esos CD personalizados. En mi interior esta canción es tan representativa de una época y una forma de entender Buenos Aires como podría serlo el “Otoño porteño” de Piazzolla, otro genio admirado por mí. Es lo que tiene el arte: puede cambiar nuestra percepción de la vida. Además hay un componente que exalta más la música argentina en mi caso, el hecho de llevar varios años fuera del país que me vio nacer… supongo que debe de haber una especie de idealización respecto a la cultura argentina.

#Graciastotales
Cerati, Bosio y Alberti nos han regalado grandes canciones que acompañaron diferentes momentos de nuestra vida. Cerati nos dejó, pero su música seguirá ahí, para siempre. Y cada vez que escuchemos algunas de sus canciones, nos transportará automáticamente a algún momento de nuestro pasado. Eso es trascendencia.

Christian Flavio Tasso

34 – Desenfocado (Deconstructing Harry)

Llevo tiempo queriendo escribir sobre esta escena, y la reciente e inesperada desaparición de Robin Williams me ha motivado a hacerlo.

Algo de Williams…

Robin Williams 2008
By Steve Jurvetson from Menlo Park, USA [CC-BY-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)%5D, via Wikimedia Commons
Siempre digo que las personas quedan vivas a través de sus obras, sus actos, todo lo que han aportado a su entorno: seres queridos, gente con la que se relacionaron profesional y personalmente… y en el caso de los actores, esta trascendencia es mucho más tangible, por el nivel de exposición que tienen y por los hábitos que tenemos para consumir, disfrutar o reflexionar sobre sus performances. Admito que Robin Williams no estaba entre mis actores favoritos, pero sí reconozco su versátil capacidad interpretativa, además de que me han llegado varios de sus personajes, como el Sean Maguire de Good Will Hunting o el John Keating de Dead Poets Society.

Creo que la mejor manera de recordar a un comediante, es a través de una de sus mejores secuencias, la que justamente está dirigida por otro grande, Woody Allen, y que pertenece a la película Deconstructing Harry.

Desenfocado…
Encontramos esta secuencia en esta constante autobiografía que es la obra de Allen, al menos en la mayoría de sus filmes. En la película, Harry (Allen) es un exitoso escritor que utiliza a personas y hechos reales de su vida para escribir sus historias. Esto lo convierte en un hombre odiado y solitario, y por esta razón, no tiene a nadie que le acompañe a un homenaje que le harán en la universidad de la cual lo echaron. Ya he hablado en otra entrada de esta versión libre de Fresas salvajes (Ingmar Bergman, 1957) del neoyorquino, concretamente de la escena del descenso a los infiernos; pero este fragmento en concreto, destaca como una confesión que nos hace un artista que se siente incomprendido por su entorno. Está claro que en EEUU se reconoce a Allen como un gran director, pero su obra siempre ha sido mucho más valorada fuera de su país. Inteligente, irónica, con la acidez habitual de la artillería narrativa Allen, un alter-Allen-Williams interpreta a Mel, un actor que misteriosamente, comienza a desenfocarse.

Después de verla, se nos plantean varias reflexiones ¿Quién no se sintió alguna vez desenfocado? ¿Debemos ponernos gafas para adaptarnos a ciertas distorsiones? ¿Podemos ser diferentes en un mundo que tiende a homogeneizarnos y estandarizarnos? Allen habla de la vida a través de sí mismo, su experiencia, su imaginación y su gran sentido del humor. El desenfoque como metáfora audiovisual de una falta de sintonía con sus interlocutores, cierto tipo de público (o personajes en la peli) que prefieren no esforzarse para entenderlo; y dentro del mismo mensaje, un receptor que debe adaptarse, aunque le incomode, a lo que se le tiene que decir. Hay por un lado una especie de autoritarismo cultural, y por el otro un público que prefiere consumir palomitas a golpe de efecto que a reflexionar un poco sobre lo que le rodea (generalizo con las palomitas, como podría hablar de cualquier tipo de manifestación cultural comercial).

Muchas veces la sociedad castiga a los individuos con identidad, que destacan de alguna manera, que desenfocan, especialmente cuando la gente no entiende bien lo que hacen. Si es un futbolista, o un corredor de fórmula uno, o un tenista, no, porque es divertido y estimula otras pasiones; pero si es un artista que transgrede desde una obra sincera, directa y carente de efectos vacuos, suele molestar ¡Y más aún cuando apunta directo a tu persona, costumbres, entorno…! Sí, esto se aplica a la vida de las personas, no nos olvidemos que el arte imita a la vida… Todo el que no encaja dentro de una estructura está desenfocado. Hay que hacer lo que hacen los demás… Aunque para mí tiene mucho más valor la persona que cree en sí misma y en sus sueños, a pesar de que el mundo crea que es un delirante.

¡Gracias Robin! (y Woody, por supuesto)

Christian Flavio Tasso