Dentro de la caverna

Allegory of the Cave blank By Gothika (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC BY-SA 4.0-3.0-2.5-2.0-1.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0-3.0-2.5-2.0-1.0)%5D, via Wikimedia Commons
Existe una tendencia generalizada, promocionada por las grandes empresas tecnológicas y del ocio y aceptadas de manera más que favorable por nosotros, los CONSUMIDORES, a inventar dispositivos y plataformas que crean realidades “paralelas”. Uso las comillas ya que tanto la realidad aumentada, como la realidad virtual o cualquier otra realidad digital son inequívocamente parte de la realidad.
Es verdad que el ocio es necesario para hacer nuestro día a día más ameno. El problema empieza cuando la llamada realidad virtual invade de manera desmesurada el espacio que debe ser parte de la “realidad física” por buscar una definición que separe el subespacio virtual del que no lo es. Que quede claro que me parece super interesante la idea de Pokémon Go; pero estas tendencias comienzan a ser un problema cuando pasan a ser el centro de nuestras vidas, casi como una obsesión que, además, pone en peligro nuestra integridad, y hasta incluso, la de los demás.
En la Alegoría de la Caverna de Platón más o menos ilustrada en Matrix, el sabio, el héroe, el iluminado era quien evitaba ser engañado por las sombras proyectadas en el fondo de la caverna y lograba salir de ella y ver la verdadera vida. Hoy en día da la impresión que todos fuéramos invitados a entrar en la caverna de manera voluntaria… de hecho todos aportamos material a ese universo virtual. Una forma de evasión. Las redes sociales nos han abducido y quiénes están fuera ya no son parte de esta nueva realidad. En este punto me gustaría citar a Manuel Castells que ya lo veía claro en 1995:“¿Qué es, a fin de cuentas, esa misteriosa sociedad de la información? En realidad, es la sociedad en que vivimos. Y buena parte del sentimiento de desconcierto con el que últimamente percibimos nuestra vida cotidiana proviene de que la interpretamos con categorías e imágenes de un tiempo que ya pasó. (…). La difusión y desarrollo de ese sistema tecnológico ha cambiado la base materiaI de nuestras vidas, y por tanto la vida misma, en todos sus aspectos: en cómo producimos, cómo y en qué trabajamos, cómo y qué consumimos, cómo nos educamos, cómo nos informamos-entretenemos, cómo vendemos, cómo nos arruinamos, cómo gobernamos, cómo hacemos la guerra y la paz, cómo nacemos y cómo morimos, y quién manda, quién se enriquece, quién explota, quién sufre y quién se margina. Las nuevas tecnologías de información no determinan lo que pasa en la sociedad, pero cambian tan profundamente las reglas del juego que debemos aprender de nuevo, colectivamente, cuál es nuestra nueva realidad, o sufriremos, individualmente, el control de los pocos (países o personas) que conozcan los códigos de acceso a las fuentes de saber y poder.”(1)
Hace más de 20 años aún no existían las redes sociales como las conocemos ahora, pero Castells ya nos avanzaba algo del desconcierto que creó esa masiva informatización de la sociedad.

Circuito impreso con componentes
Yo estudié electrónica, y cuando miraba ciertos circuitos impresos tenía noción de cómo funcionaban; pero desde aquellos componentes electrónicos codificados montados sobre una placa hasta los actuales microprocesadores de última generación, corazón de todos los dispositivos “smart” a los que hemos delegado parte de nuestra inteligencia, han cambiado mucho nuestros hábitos, tal como reflexiona Castells. Es posible que quienes hayamos nacido en la época en que las cosas eran más tangibles físicamente tengamos una visión más privilegiada con respecto a los nativos digitales, que ya se han encontrado las cosas “empaquetadas”. Y siento el exceso de comillas, pero prefiero que ciertas palabras no se tomen literalmente. Ahora tenemos una especie de caja negra, llámese móvil u ordenador, que nos comunica con el resto de la humanidad, a veces incluso, de manera involuntaria.
José Saramago ya reflexionó de manera magistral sobre la caverna platónica en su libro justamente denominado “La caverna”. En este relato, la sociedad aceptaba con normalidad la vida concebida dentro de un centro comercial.
Fuera de la caverna
La pregunta que podríamos hacernos ahora es cómo salimos de la caverna digital. Una respuesta posible y válida sería que no queremos salir de la caverna. De hecho hay gente que ni siquiera se plantea que está dentro de una caverna. Los que intentamos salir y ver la realidad desde puntos de vistas diferentes a los impuestos por la sociedad (de la información en este caso) somos tipos (o mujeres) raros, inconformistas, que queremos romper con el orden establecido. Si viviéramos en la época de Platón, nuestros compatriotas de la caverna intentarían matarnos, pero en nuestros días, se nos puede desterrar, defenestrar e incluso eliminar digitalmente. Pasaríamos a ser fantasmas o parias en el mundo digital. ¿A qué no hemos cambiado tanto…?
Ya lo vimos en Matrix, a Neo intentan matarlo desde fuera y los de dentro son escépticos con respecto a sus poderes. El cuestionamiento siempre tiene amantes y detractores y es importante reconocer claramente todas las facetas de la realidad ¿Que por qué…? Porque estaremos mejor preparados para enfrentar situaciones reales de nuestra vida, tendremos una perspectiva más amplia de nuestro mundo y sabremos poner la cosas, entre ellas al ocio, en su lugar.
Como pueden ver, las empresas que dominan el negocio de la información nos invitan a pasar a la caverna. Quizá algún día acaben convirtiéndonos en pilas. De momento trabajamos para ellos generándoles información.
¡Qué tengan muy felices “share” y “like”! (salvo que sean de este blog, claro ;))
Christian Flavio Tasso
Otras pelis donde se ilustra de diferente manera la Alegoría de la Caverna de Platón, y proponen diferentes realidades. Hay cientos.
The Truman Show: tan gráfica en su exposición de la Caverna como Matrix, sólo que Truman es quien debe salir de la caverna.
Brazil: Una distopia. Aquí hay un tipo de sociedad privilegiada y extremadamente burocratizada que está dentro del sistema, que contrasta con otra que está fuera.
Logan’s Run: película mítica de ciencia ficción de los 70’. Vivían en la ciudad de los domos y a los 30 años, en una ceremonia, se los cargaban.
WALL·E: lúcida reflexión sobre un mundo postapocalíptico. En este caso la búsqueda está automatizada y es llevada a cabo por dos robots humanizados.
Total Recall: En donde la caverna existe gracias a un negocio redondo, la generación de aire en Marte, monopolizado y controlado por un poderoso. Pero existe una tecnología alienígena que genera oxígeno para todo el planeta.
The Island: Otra caverna y una idea muy buena: clones como recambios. Muy comercial, lástima.
Fuentes consultadas y referencias:
(1) Diario El País, 25/2/1995
Alegoría de la caverna
Realidad virtual